Usted se encuentra en Inicio Patrimonio Castillo de Azagala
El castillo de Azagala se emplaza en un pico de la sierra de Santiago, cerca de Alburquerque. Es un emplazamiento campestre de grandes cualidades castrenses y logísticas, pese a lo cual parece que el castillo es posterior a la Reconquista cristiana de estas tierras. Durante los siglos XV y XVI no dejarán de producirse acontecimientos bélicos entre familias señoriales y frente a ejércitos portugueses, debido a su proximidad fronteriza.
Desde mediados del siglo XIII hasta mediados del siglo XV dependió alternativamente de la ciudad de Badajoz y del poder señorial, siendo integrado en la Orden de Alcántara en 1461 merced a ciertas permutas, pasando a vincularse a la Mesa Maestral.
El castillo acusa su adaptación a la orografía del terreno; su emplazamiento, en lo más alto de una cresta rocosa, obliga a su trazado angosto y alargado, aprovechando la topografía del terreno para delimitar espacios y prolongar aún más el recinto defensivo con diversas edificaciones.
Se constituye la fortaleza en un recinto alargado, en la cual se suceden, consecutivamente, de este a oeste distintos recintos, compuestos cada uno de patio, torres y dependencias diversas. El cuerpo más occidental de éste lo constituye una barbacana de trazado triangular, en las proximidades de cuyo vértice se abre la puerta de acceso. La fábrica de sus muros es de mampostería y sillarejo, como en el resto de la fortificación. Seguidamente se da paso al cuerpo principal del castillo, al que se penetra a través de una puerta de sillería con arcos de medio punto, en cuya clave se labra un pequeño escudo muy degradado cuyas armas no se distinguen en la actualidad.
El primer espacio que aparece se compone de un patio flanqueado por diversas dependencias. A levante, una gran torre, y un pasillo que le pone en comunicación con el segundo tramo del castillo; al norte unas caballerizas y la muralla; al mediodía, la muralla y una casa de reciente construcción; y a poniente la citada puerta de acceso flanqueada por dos torres saledizas.
Pero de todo este primer patio, sin duda lo más interesante resulta ser la imponente Torre de las Armas. Su fábrica es de sillería y sillarejo, de base cuadrada, compartimentada interiormente en dos plantas y terraza. Además de la monumentalidad de la torre, es muy interesante su estructura interna. Dispone de dos accesos, en el de levante aparece una inscripción gótica que nos proporciona datos sobre la datación exacta de su construcción, el año 1303. La planta baja se cubre con bóveda de cañón de sillería, mientras en sus muros se abren aspilleras con recerco de sillería de fina labra. A la planta alta se sube a través de una escalera de caracol embutida en el muro, la bóveda de esta estancia son de crucería con nervios que arrancan desde columnillas situadas en los ángulos y ménsulas situadas en el centro de cada flanco. La terraza está muy deteriorada, pues se han perdido sus pretiles y almenas, aunque todavía se conserva las fuertes ménsulas que sujetaban los matacanes.
La llamada Torre del Homenaje, sin duda, fue la más importante de la fortaleza y, aunque con posterioridad se construyó la de las Armas, bastante más monumental, nunca desapareció su primitivo rango y carácter funcional, al menos simbólicamente. El acceso a la torre se hacía desde el interior del segundo recinto. La cámara principal se cubre con bóveda de cañón apuntado fabricado con sillería, mientras que la terraza aún conserva sus pretiles y matacanes a cada lado.
Desde el siglo XVII hasta el XIX se incorporarán otros añadidos en el interior del recinto, sobre todo edificaciones de tipo residencial, lo cual ha producido diversas alteraciones e impactos visuales en la fortificación, producto de su utilización prácticamente ininterrumpida hasta el momento presente.
La fortaleza es de titularidad privada, por lo que solo puede contemplarse desde los caminos públicos colindantes
PR-BA 128 Carrión- Los RiscosAlburquerque | |
PR-BA 100 Sierra de los PicorrosAlburquerque | |
PR-BA 99 Sierra de Santa LucíaAlburquerque |
La comarca ha sido a lo largo de la historia asentamiento de diversos pueblos y culturas que modelaron con el paso del tiempo el actual y valiosísimo patrimonio histórico, natural y artístico.